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EL FUNDAMENTO DE LA FAMILIA

"Cualquiera, pues,que oye estas palabras, y las hace le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendio lluvia, y vinieron rios, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayo porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que oye estas palabras y nos las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendio lluvia, y vienieron rios, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina". (Mt. 7:24-27)

¡Mi boda fue maravillosa! Decía la esposa del pastor Jack W. Hayford.  Desde muy pequeña soñaba con ese día. Varios años fuimos novios y durante meses planeamos cada detalle de la boda. Y todo marchaba perfectamente… hasta que el pastor empezó a hablar. «El matrimonio no se basa en el sentimiento del amor»...¡Me quedé estupefacta! ¿Cómo puede hacerme esto a mí? ¡Qué poco romántico es lo que dice! Pero a medida que continuaba, me daba cuenta de que estaba recibiendo mi primera lección en el curso de Familia. «La Familia no se basa en un sentimiento, se basa en la voluntad de Dios». Ahora, como esposa durante casi veinte años, sé exactamente lo que el pastor quiso decir cuando pronunció esas palabras: el fundamento de la familia tiene que colocarse en algo más firme que una emoción pasajera; debe edificarse sobre el Señor.Es nuestro deseo en este tiempo fortalecer las familias de la iglesia. Deseamos que cada familia aprenda los fundamentos Biblicos de la Palabra de Dios y de esta manera podamos ver la bendición de Dios en medio nuestro. y permanecer firmes sobre la roca en momentos de tormentas. Hay promesas y bendiciones para cada miembro de la familia que toma su lugar conforme a la Palabra de Dios.





TU LUGAR EN LA FAMILIA


Dios condenó a los israelitas que sacrificaban a sus hijos al dios pagano Moloc. (Levítico 20.2)  Al actuar de esa manera manifestaban  que los seres humanos no valían nada.    
Lo mismo ocurre en nuestros días. Desde el momento en que ocurre la concepción de un nuevo ser  en el vientre de la madre, comienza un proceso de desarrollo que continúa hasta la edad adulta.  El aborto constituye definitivamente un crimen. Es interrumpir ese proceso y suprimir una vida humana, ya que la Biblia muestra que la vida comienza con la concepción. 

Dios nos forma cuando estamos en el vientre de nuestra madre (Salmo 139.13). El profeta Jeremías y el apóstol Pablo fueron llamados desde antes de su nacimiento (Jeremías 1: 5; Gálatas  1:15).  
Juan el Bautista saltó en el vientre de su madre cuando se escuchó la voz de María, la madre del Señor (Lucas 1:44). Obviamente, los niños poseen identidad espiritual desde que están en el vientre de sus madres.

La Biblia no es más específica en el caso del aborto porque tal práctica era algo impensable para el pueblo de Dios. Por ejemplo, cuando Israel estaba en Egipto, un faraón cruel forzó a los israelitas a matar a sus niños recién nacidos. Nada dice de los que estaban en gestación. En la Biblia se considera este incidente como el más alto exponente de la crueldad y opresión (Éxodo 1.15–22). La idea de matar a sus propios hijos era maldición entre los hebreos. A todo lo largo del Antiguo Testamento, las mujeres soñaban con tener hijos. Los hijos se consideraban un don de Dios. Las mujeres imploraban no estar estériles. ¿Cómo puede una mujer destruir a su propio hijo? El aborto no sólo es inconcebible, sino el máximo exponente de la barbarie humana.
Todos tenemos una identidad y un lugar desde que nacimos en la familia. Tenemos que tomar nuestro lugar y actuar conforme al lugar que estamos ejerciendo. 

Si somos padres y madres, actuemos en la función de padres y madres.
Si somos esposos y esposas, actuemos en la función de esposos y esposas.
Si somos hijos e hijas, actuemos en la función de hijos e hijas. 
Si somos abuelos y abuelas, actuemos en la función de abuelos y abuelas.
Toma el lugar que Dios te asignó y seamos de bendición en ese lugar.



EL PACTO MATRIMONIAL

Introducción
El Evangelio de Juan afirma (2:1–12) que el primer milagro que Jesús hizo fue convertir el agua en vino en una boda. Lo que podría haber sido una desastrosa fiesta debido a la falta de algo tan importante, se convirtió en una famosa historia.
Hay varias verdades sencillas, aunque profundas, que acontecieron en este milagro de Jesús.

Jesús pidió agua, la sustancia más común de la tierra. 
Dijo Jesús. "Llenad estas tinajas de agua"; no se puede pedir algo más sencillo. El resto lo hizo Él.

El amor de Dios por las bodas y los matrimonios tiene un sentido fundamental. El matrimonio fue la primera relación que Dios instituyó. Aquí comienza la bendición en el orden social humano.
El pacto matrimonial es el vínculo humano entre dos personas  más importante que mantiene unida toda la obra de Dios. Es como  el pacto que Dios ha hecho con nosotros.
Nuestro pacto matrimonial se puede mantener  gracias al  poder de su promesa y en contra de las fuerzas que intentan destruir los hogares y arruinar las vidas. (Marcos 10:2-9)

2 En eso, unos fariseos se le acercaron y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:
   —¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa? 
3 —¿Qué les mandó Moisés? —replicó Jesús. 
4 —Moisés permitió que un hombre le escribiera un certificado de divorcio y la despidiera —contestaron ellos. 
5 —Esa ley la escribió Moisés para ustedes por lo obstinados que son —aclaró Jesús—.6 Pero al principio de la creación Dios "los hizo hombre y mujer" . 7
 "Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, 8 y los dos llegarán a ser un solo cuerpo." Así que ya no son dos, sino uno solo.9 Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. (NVI)

Un pacto es una  alianza, un tratado, un acuerdo, un compromiso.
Esta es una de las palabras de mayor importancia teológica en la Biblia.
El Pacto entre el Esposo y la Esposa
El concepto básico de Cristo como esposo y la Iglesia como esposa es el amor inquebrantable. Pero, ¿cómo debemos mantener nuestro pacto matrimonial cuando hay tantos problemas, y limitaciones humanas  para poder vencerlos? 
1. No es posible vivir en unidad con un cónyuge que no tiene el mismo amor por Jesucristo.
2. Pueden ser muy buenos amigos y quererse profundamente. Sin embargo, la verdadera base de cualquier matrimonio es que ambos permanezcan en Cristo. En un matrimonio cristiano, la base segura  para tomar cualquier decisión, ya sea en la formación y enseñanza de los hijos como en los compromisos de la vida, es permanecer en Cristo. 
3. Creyentes casados con su cónyuge incrédulo, leer 1º Corintios 7:13-15
13 Y si una mujer tiene un esposo que no es creyente, y él consiente en vivir con ella, que no se divorcie de él.14Porque el esposo no creyente ha sido santificado por la unión con su esposa, y la esposa no creyente ha sido santificada por la unión con su esposo creyente. Si así no fuera, sus hijos serían impuros, mientras que, de hecho, son santos. 
15 Sin embargo, si el cónyuge no creyente decide separarse, no se lo impidan. En tales circunstancias, el cónyuge creyente queda sin obligación; Dios nos ha llamado a vivir en paz. (NVI)

Conclusión: Recuerde que usted ha hecho un pacto, convenio, compromiso basado en sus promesas y responsabilidades delante de Dios, la iglesia, las leyes y su conyugue. por eso debe no solo orar sino esmerarse en cumplir con la parte que le corresponde por amor a su conyugue y a Dios.